No es un misterio que los planes de comunicaciones de nuestros clientes, así como la mayoría de las empresas, han debido dar un vuelco de 360º. Todo lo planeado para este 2020 en temas de comunicaciones externas, ha debido replantearse y ha exigido cambiar los contenidos y el tono de lo que decimos. El otrora “lenguaje corporativo” ya no es bien percibido: lo que se pide hoy es simpleza, empatía y transparencia.
Con excepción de las empresas de abastecimiento de productos y servicios básicos, el último informe IPSOS sobre Coronavirus en Chile, mostró opiniones negativas en torno a las medidas tomadas por las compañías en el contexto de la emergencia.
El 57% de los encuestados afirmó que las empresas no se están comunicando con honestidad y transparencia.
¿Dónde deben poner los focos las organizaciones para mejorar? La empatía es clave, pues genera cercanía y mayores grados de confianza con las marcas. Implementar canales de comunicación más directos y potenciar voceros dispuestos a escuchar, conversar y relacionarse abiertamente con el entorno, también ayuda a crear una percepción positiva y fortalecer las variables con bajo desempeño.
Discursos más simples, que apunten a las emociones y al corazón de las personas, hará marcas más humanas y recordadas a través del tiempo…. pero siempre desde la honestidad. Ese es el gran reto para todos quienes trabajamos en comunicaciones estratégicas.
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